lunes, febrero 11, 2008

DE NUEVO LA MISMA CANTINELA

Llevo una semana que de nuevo se oyen los cánticos y ruidos de la sala de ensayo que hay en el edificio de enfrente. Ya os conté hace tiempo que tras varias llamadas telefónica y alguna que otra conversación con el dueño, se comprometió a poner candados a las ventanas para que sus clientes no las abran cuando vienen a ensayar.

Lo que prometió se cumplió y desde hacía varios meses no he vuelto a escuchar esos sonidos molestos. Pero desde hace una semana han vuelto a la carga, no se si algún cliente ha roto esos cerrojos o que es lo que ha podido pasar, pero de nuevo se escuchan los ruidos (a veces no me atrevería a llamarlo música).

El Sábado de nuevo le volví a llamar y le pedí amablemente a la persona que me atendió que por favor volvieran a revisar el tema de las ventanas. Parece que me hicieron caso, ya que el Domingo los ruidos se escuchaban en la lejanía, ya no eran tan molestos. Esos ruidos lejanos si estoy dispuesto a soportarlos, tampoco quiero ser un cascarrabias que protesta por todo. Creo que con la tolerancia mutua se puede conseguir una correcta conviencia.

Reflexionando este fin de semana sobre este problema, a veces me he preguntado si no sería más sencillo denunciar la situación. Puede que sí, pero de momento si una simple llamada soluciona temporalmente mi problema, creo que será lo mejor para todos.

Mi intención tampoco es la de hundirle el negocio a alguien por culpa de algún cliente maleducado.

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