jueves, octubre 18, 2007

LA SALA DE ENSAYO

Ya conocéis muchos de vosotros mis pequeños problemas con la Sala de Ensayo de las oficinas de enfrente. Al parecer el único que sufre los problemas de ruidos, sobre todo nocturnos, soy yo. Las demás casas están preparadas acústicamente mejor que la mía. Yo siempre culpo al efecto cueva que se produce en mi terraza, sumado a la altura, que más o menos es la equivalente a la de la sala de ensayo.

Pues bien, después de varias advertencias desde finales del año pasado al encargado de ese negocio, los problemas remitieron, pero de vez en cuando volvían, siempre provocados por la apertura de alguna de las ventanas.

En un momento de ofuscación total, me decidí a realizar mi último ataque amistoso. Pensé en un correo electrónico y qué mejor fórmula que fuese mi 'negro' literario el que escribiese el mismo. Pues la verdad que el resultado fue total, el dueño se disculpó una vez más y dijo que iba a poner todos los medios para evitar nuevos problemas. Esperemos que esta vez sea la definitiva.

Creo que este es el mejor método para solucionar problemas, nada de confrontamientos cara a cara, no quiero joderle el negocio a nadie, yo creo que hablando se entiende la gente y al menos hasta el día de hoy así ha sido.

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